Alan Blair es un joven y disparatado escritor con problemas mentales, emocionales, sexuales, espirituales y físicos. De hecho, a Alan se le da muy bien acumular problemas. Por fortuna, cuenta con Jeeves, un ayuda de cámara eficiente y leal que hace todo lo posible por evitar que se meta en líos. Alan vive en casa de sus tíos, pero cuando estos le dicen que no puede quedarse con ellos si sigue bebiendo, emprende junto a Jeeves un esperpéntico viaje por carretera hacia una bohemia colonia de artistas en Saratoga Springs. Allí, Alan encuentra una guapísima femme fatale que posee la más espectacular de todas las narices. Y una nariz así solo puede llevar a alguien como Alan a un desastre descomunal, y Jeeves intenta ayudarlo, pero... Bueno, ¡leed el libro y lo sabréis! Una novela del creador de la serie Bored to Death "Desternillante." Miqui Otero "Desternillante." Kirkus Reviews "Desternillante." New Yorker "Desternillante." Time Out New York "Desternillante." Slate "Desternillante." The Atlanta Journal "Desternillante." Albany Times-Union "Desternillante." Arkansas Decorat-Gazette "Desternillante." Esquire "Desternillante." The Portland Oregonian "Desternillante." Colson...
¿Quién es ese tipo con bombín y nombre enigmático que, a lo largo de casi un año entero, se presenta todas las tardes en el mismo rincón del parque para enzarzar a los transeúntes en animadas discusiones? ¿Un sabio? ¿Un charlatán? ¿Un filósofo a la antigua usanza? ¿Un cascarrabias y polemista impenitente? ¿Un predicador? ¿O simplemente, como afirma uno de sus oyentes, un jubilado que se aburre? Todo eso es el señor Zeta, un Sócrates moderno o un trasunto de aquel señor Keuner de Brecht, con quien comparte estoicismo y excentricidad a partes iguales. Muchos paseantes se detienen un instante, menean la cabeza y pasan de largo. Otros le escuchan, le replican y vuelven día tras día al punto de encuentro. El señor Z. no escribe, pero algunos de sus oyentes toman notas de lo que dice y, gracias a ellos, nos llega esta especie de diario que recoge sus ideas y provocaciones. Nada escapa al espíritu crítico y subversivo del señor Z., evidente álter ego del propio Enzensberger: la arrogancia, las instituciones, la religión –pero también el ateísmo–, los totalitarismos –pero también la democracia–, el arte, la poesía, la economía neoliberal, la...
El señor del Dragón Linden Rathan es el menor de una raza de inmortales hombres dragón. Ha pasado seiscientos años en soledad, en busca de un alma gemela, mientras el resto de sus compañeros permanecían en su fortaleza observando los Cinco Reinos de la humanidad. Cuando la reina de Cassori muere en circunstancias misteriosas, los señores del dragón se ven envueltos de nuevo en los asuntos humanos; en esta ocasión deben evitar una guerra civil entre los dos pretendientes al trono. Pero esta tarea sencilla se ve complicada por las maquinaciones de la Fraternidad, una sociedad secreta de humanos desaparecida desde hace mucho tiempo, pero cuya reaparición se precipita en medio de una oscura y terrible conspiración para usurpar el trono.
Hay personas que un día pierden sus "hojas" y quedan desprovistas de aquello que daba color y sentido a su vida, pero la vida no se acaba aquí. Los árboles también pierden sus hojas, pero aparecen otras nuevas y toman más fuerza para la próxima primavera. Lo importante es estar conectado con la Fuente y recibir de ella lo necessario para renovarse interiormente, sobre todo, cuando lo que nos rodea no parece estar de nuestra parte. Cuánto se agradece una palabra de aliento en la frustración, en la tristeza, en el desencanto, en la incomprensión, en la soledad, en el dolor, cuando las fuerzas se agotan y nos parece que ya no podemos seguir. Este libro que tienes en tus manos desea ser un buen amigo o amiga para ti, como un ángel que se pone a tu lado en un momento determinado de tu vida para tenderte una mano y ayudarte a enfocar tu atención donde te será útil.
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